poemas para dar pesame

Enviar poemas de condolencias puede ser una forma hermosa de expresar nuestro amor por alguien que ha fallecido.

Aquí hay una selección de poemas para que puedas elegir el que más se ajuste a tus sentimientos.

Poemas Para Dar Condolencias O Entregar en Un Funeral

Aquí te presentamos siete poemas para dar pésame.

Esta poesía te puede ser util para enviarle a la persona que esta sufriendo una perdida y si conocías a la persona fallecida, te pueden servir para reflexionar sobre los buenos recuerdos

1. “No llores si me amas” – Anónimo

No llores si me amas,

si conocieras el don de Dios

y lo que es el Cielo,

si pudieras ver el rostro

de los ángeles que me llevan,

¡ya sabrías mi felicidad!

No llores por una vida

que ha sido cumplida,

vive más bien agradecido

porque Dios me ha permitido

que te tenga a ti por algún tiempo.

Este poema anónimo es un recordatorio de que la muerte no es el final y de que los que se han ido a menudo están en un lugar mejor. Puede ser una forma reconfortante de consolar a alguien que ha perdido a un ser querido y recordarles que la vida sigue y que hay cosas por las que aún deben estar agradecidos.

2. “Funeral Blues” – W.H. Auden

Detengan los relojes, corten el teléfono,

eviten que ladren los perros con un hueso silenciador,

que los pianos y los tamboriles sean ensordecidos,

que traigan el ataúd y que le traigan los plañideros.

Que los aviones vuelen con gemidos puntuales

dibujando círculos degradados sobre el cielo

anunciando a todo el mundo que ha muerto un hombre,

pongamos crespones en el cuello de las palomas de carreras

que guarden los parques con negro luto.

Este poema de W.H. Auden, que también se conoce como “Stop All the Clocks”, es una reflexión sobre la inmensa tristeza y el vacío que se siente después de perder a alguien. Su lenguaje intenso y desgarrador puede resonar profundamente con aquellos que están pasando por el dolor del duelo.

3. “El muerto” – Jorge Luis Borges

Nadie lo vio desvanecerse en la tarde,

nadie lo vio alejarse de la calle silenciosa.

Muchos lo llamarán mañana por teléfono:

los que se amaban, los que se odian,

porque ninguno se muere del todo

hasta que muere el último que lo recuerda.

Este poema corto y conmovedor de Jorge Luis Borges es una meditación sobre la naturaleza de la muerte y la forma en que los que se van permanecen en los recuerdos de los que se quedan. Puede ser una forma reconfortante de recordarle a alguien que aunque su ser querido se haya ido, todavía vive en la memoria de quienes lo conocieron y lo amaron.

4. “Si llego a saber” – Mario Benedetti

Si llego a saber que estás muriendo

voy corriendo a hacerte compañía

tú me enseñaste que la vida

es breve y no se debe desperdiciar

y ahora que te vas

quiero estar a tu lado, acompañándote

en tus últimas horas de agonía.

5. “Cuando me vaya” – Alfredo Cuervo Barrero

Cuando me vaya no quiero llanto,

sino risas y mucha alegría,

no quiero que me extrañen tanto,

sólo que me recuerden con alegría.

Este poema de Alfredo Cuervo Barrero es una reflexión sobre la naturaleza de la vida y la muerte. En lugar de llorar y lamentar la pérdida, el poeta invita a los lectores a celebrar su vida y recordarla con alegría. Puede ser una forma reconfortante de recordarle a alguien que aunque la muerte sea triste, también puede ser una oportunidad para celebrar la vida y el legado de aquellos que se han ido.

6. “El más allá” – Rubén Darío

¡Oh muerte, tú eres más blanca que la aurora,

más roja que el ocaso de los trópicos,

más musical que el canto de la sirena!

Tú eres la vida y la alegría,

tú eres el amor y la luz.

Este poema de Rubén Darío es una meditación sobre la naturaleza de la muerte y su relación con la vida. En lugar de ser vista como algo oscuro y triste, la muerte se presenta como una fuerza luminosa y transformadora que lleva a aquellos que se han ido a un lugar mejor. Puede ser una forma poderosa de consolar a alguien que está pasando por el dolor del duelo, recordándoles que la muerte es solo un paso más en el camino de la vida.

7. “Cruzar la puerta” – Rumi

Ven, ven, quienquiera que seas,

vagabundo, adorador, amante del fuego,

el solitario que busca la verdad,

ven y adora.

En esta puerta, el amor es quien recibe,

en esta puerta, el amor es quien da.

Este poema de Rumi es una meditación sobre como la muerte se presenta como una puerta a través de la cual podemos encontrar amor y unión con la divinidad. Puede ser una forma reconfortante de consolar a alguien que está pasando por el dolor del duelo, recordándoles que aunque la muerte pueda parecer aterradora, también puede ser un momento de encuentro y conexión con lo divino.

Beneficios De Enviar Poemas De Condolencias

Algunos de los beneficios de enviar poemas de condolencias incluyen:

  1. Ofrecer consuelo y empatía: Los poemas pueden ser una forma poderosa de expresar nuestros sentimientos y ofrecer consuelo y  empatía a alguien que está pasando por el dolor del duelo. Pueden transmitir un mensaje de que no están solos y que hay otros que están allí para apoyarlos.
  1. Proporcionar una forma de expresión: La poesía puede ser una forma poderosa de expresión para aquellos que están pasando por el dolor del duelo. Al enviar un poema de condolencias, les estás brindando una forma de expresar sus propios sentimientos y emociones.
  2. Ayudar a procesar el dolor: La poesía puede ser una forma de procesar el dolor y la tristeza que acompañan a la pérdida de un ser querido. Al enviar poemas de condolencias, estás ayudando a aquellos que están de luto a procesar sus emociones y avanzar en el proceso de duelo.
  3. Proporcionar un recuerdo duradero: Los poemas pueden ser un recuerdo duradero y significativo para aquellos que están de luto. Pueden guardar el poema y volver a él en momentos de necesidad, recordando el apoyo y la empatía que les brindaste durante un momento difícil.

por Pedro

Pedro, es un escritor que se ha dedicado a estudiar y ayudar a las personas que sufren por la pérdida de un ser querido. Nació en Uruguay y desde pequeño sintió una gran curiosidad por el comportamiento humano y las emociones.

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