¿Me explicas por qué soy una persona tóxica sin querer?
Esta es una pregunta que me he hecho muchas veces, y que quizás tú también te hayas planteado alguna vez.
Ser una persona tóxica no significa ser mala persona, ni tener malas intenciones, ni querer hacer daño a los demás.
Simplemente significa que tenemos unos patrones de comportamiento, de pensamiento y de comunicación que nos impiden relacionarnos de forma sana y positiva con nosotros mismos y con los demás.
En corto:
- No respetas los límites de los demás.
- Eres manipulador o chantajista emocional.
- Cada persona tiene su propia forma de ser, de pensar y de sentir. Valora la diversidad como una riqueza.
¿Por Qué Soy Una Persona Tóxica Sin Querer?
Algunos de los posibles motivos son:
- Haber crecido en un ambiente familiar o social tóxico, donde se nos ha transmitido unos valores, unas creencias o unas actitudes negativas o dañinas hacia nosotros mismos o hacia los demás.
- Haber sufrido experiencias traumáticas o dolorosas que nos han dejado heridas emocionales sin cicatrizar, como el abuso, el maltrato, el abandono, el rechazo, la humillación, la traición, etc.
- Tener una baja autoestima o una falta de confianza en uno mismo, lo que nos hace sentir inseguros, inferiores, indignos o incapaces de conseguir lo que queremos o necesitamos.
- Tener un alto nivel de estrés o ansiedad, lo que nos hace estar más irritables, nerviosos, impacientes o intolerantes con nosotros mismos y con los demás.
- Tener dificultades para gestionar nuestras emociones o para expresarlas de forma adecuada, lo que nos hace reprimirlas, negarlas o descargarlas de forma inapropiada sobre los demás.
- Tener dificultades para poner límites o para respetar los límites de los demás, lo que nos hace invadir el espacio personal o emocional de los demás o permitir que los demás invadan el nuestro.
¿Qué Es Una Persona Tóxica?
Una persona tóxica es aquella que genera malestar, conflicto, estrés o sufrimiento en las personas con las que se relaciona.
Una persona tóxica puede ser consciente o inconsciente de su toxicidad, y puede manifestarla de diferentes formas: siendo manipuladora, controladora, egoísta, envidiosa, crítica, negativa, agresiva, pasiva-agresiva, dependiente, victimista, etc.
¿Cómo Dejar De Ser Una Persona Tóxica?
- El primer paso para dejar de ser una persona tóxica es reconocerlo y asumirlo. No se trata de culparse ni de avergonzarse, sino de responsabilizarse y de comprometerse a cambiar.
- El segundo paso es identificar qué aspectos de nuestra personalidad o de nuestro comportamiento son tóxicos y qué consecuencias tienen para nosotros y para los demás.
- El tercer paso es buscar ayuda profesional si lo necesitamos o si sentimos que no podemos solos. Un psicólogo o un coach puede ayudarnos a entender el origen de nuestra toxicidad y a desarrollar estrategias para modificarla.
- El cuarto paso es poner en práctica esas estrategias y evaluar los resultados.
Algunas de las estrategias que podemos aplicar son:
Trabajar Nuestra Autoestima
Para ello podemos hacer un listado de nuestras fortalezas y debilidades, reconocer nuestros logros y nuestros errores, valorar nuestros esfuerzos y nuestros progresos, cuidar nuestra imagen y nuestro bienestar físico y mental, etc.
Aprender A Gestionar Y Expresas Nuestras Emociones
Para ello podemos identificar qué sentimos y por qué lo sentimos, aceptar nuestras emociones sin juzgarlas ni reprimirlas, buscar formas sanas de canalizarlas o de liberarlas, comunicarlas con asertividad y respeto, etc.
Mejorar Nuestra Comunicación Y Nuestra Escucha Activa
Para ello podemos prestar atención a lo que decimos y a cómo lo decimos, usar un lenguaje claro, directo y positivo, evitar las generalizaciones, las etiquetas o las críticas destructivas, respetar los turnos de palabra y las pausas, mostrar interés y empatía por lo que dice el otro, etc.
Respetar Los Límites Propios Y Ajenos
Para ello podemos definir qué queremos y qué no queremos, qué estamos dispuestos a hacer y qué no, qué nos gusta y qué no nos gusta, etc., y comunicarlo con asertividad y respeto.
También podemos respetar los límites que nos ponen los demás, sin intentar manipularlos, controlarlos o cambiarlos.
Ser Flexibles Y Adaptativos
Para ello podemos aceptar la realidad tal como es, sin negarla ni distorsionarla, reconocer que no podemos controlar todo lo que nos pasa ni a las personas que nos rodean, aprender a tolerar la incertidumbre y la frustración, buscar soluciones creativas y alternativas ante los problemas o los obstáculos, etc.
Conclusión
Ser una persona tóxica sin querer no es una condena ni un destino.
Es una oportunidad para crecer, para mejorar y para transformarnos en la persona que queremos ser.
Solo hace falta tener voluntad, motivación y constancia.
Y si necesitamos ayuda, no dudemos en pedirla.
No estamos solos en este camino.